jueves, 7 de febrero de 2013

¡¡Basta de calvos afeitados ya!!


Hace unas décadas esto era realmente original


El número crece sin pausa. Todos encontraron la fórmula. ¡Ser aceptable! ¡Volver al ruedo! Y el número aumenta sin pausa. ¿Gillete? ¡Encantada! Cada año se supera, las estadísticas estallan. Sus grandes científicos siguen que te siguen sembrando la calvicie entre la población. La población, me repito, crece sin pausa. Se afeitan. Nos amalgamamos. Somos una unidad, un bloque compacto de pelados indecentes. No se respeta a los jóvenes, a esa racha de perdedores que lo único que les queda es mostrar un poco de decencia.
  La cabeza afeitada; una obligación.
  Están ahí y, como en el Evangelio, su nombre es Legión. Cráneos que resplandecen como bolas de Tesla bajo este sol tremendo. Enceguecen a los humanos. Los confunden y nos confunden con un solo y único epíteto, que basta para definirnos a todos: “el pela”. 

Coco