lunes, 3 de junio de 2013

Somos finitos como tu pelo.

Se acabó. En la sede de Saavedra se realizó la última cena de la Liga de la Coronilla Ardiente. La muerte del Dr. Kronch fue el justo pretexto para reunir a sus deudos y rendir homenaje a su persona y al espacio que apadrinó y supo ser refugio de los genéticamente estafados. 

Una postal del final, una ciudad que llora al ídolo.

No lo queríamos recordar con tristeza. Coco y Chama no se dejaron ganar por el desaliento y empuñando los instrumentos arremetieron con "Mi dulce alemán", oda compuesta desde lo visceral para cantar las alabanzas del monje de la calvicie.




Creemos que valió la pena. 

FIN