El último pelo tuvo el tino de nacer en tiempos festivos cristianos. Aprovechamos el espíritu que envuelve las almas por estos días y nos acoplamos como un león a la leona para aprovechar el envión del pan dulce y los petardos.Este decálogo, joyita que nos reservamos para ocasiones especiales, fue un hallazgo fortuito. Redactado en una servilleta y descartado por el padre del Dr. Kronch,, fue recogido por Sigmund Freud, ayudante de la eminencia por ese entonces. La enfermera que veló las últimas horas del padre del psicoanálisis revisó la billetera del moribundo y extrajo la servilleta dobladita. Hoy se expone en una vitrina en los salones de la Liga de la Coronilla Ardiente.
Ésa la historia y abajo, los preceptos que todo calvo debe tener presente:
-1. Amarás a cualquier mujer que se fije en tu personalidad y no le importe tu pelada por sobre todas las cosas.
-2. No te aplicarás loción o mejunje alguno en la zona yerma; será en vano.
-3. Realzarás las fiestas siendo siempre el que aporte la locura y el ridículo para que los demás se refocilen.
-4. Le recordarás cada vez que puedas a tu padre y a tu madre la irresponsabilidad cometida al concebirte conociendo tu futuro indigno.
-5. No matarás la esperanza de aquellos con el bulbo comprometido.
-6. No cometerás actos impuros como practicarte un comb-over o usar bandana, gorra, champú control caída y, sacrilegio de sacrilegios, vestir implantes o peluca.
-7. No robarás
-8. No darás falso testimonio ni mentirás diciendo que te afeitas la cabeza porque te gusta o el pelo se te cae debido a la quimioterapia.
-9. No consentirás pensamientos ni deseos impuros soñando con cabelleras imposibles que se alborotan al viento mientras corres por un campo de girasoles.
-10. No codiciarás las porras ajenas.
Lic. Agustín Alvárez -artículo publicado el 16/12/2008